domingo, 15 de diciembre de 2013

La imaginación al poder

De los pocos derechos que nos quedan a las personas en las sociedades civilizadas del primer mundo (¿?), uno de ellos es el derecho a la imaginación. La imaginación sin prejuicios, sin modelos, sin estándares o clichés establecidos.
Por ello, no es malo a veces dejar volar ese derecho y plasmarlo materialmente en algo que ni siquiera existe.
Para ello, debemos romper las normas clásicas y guiarnos por nuevos conceptos, nuevos materiales, sin técnicas ni patrones a imitar y... dejar volar la imaginación.
Y no complicarnos la vida con materiales de sabe dios que pájaro, o pelos de algún roedor, mamífero acuático o terrestre.




Y si a mi se me asemeja "un bicho", quien dice que a una trucha no le pueden parecer proteinas fáciles....



Habrá que preguntárselo dentro de tres meses más o menos, hasta entonces.... foto y ficha.


Anzuelo: Mustad 80150BR. Tamaño 14
Cuerpo (total): Tira de porespan prensado negro (Para entendernos, lo saqué de la bandeja en la que vienen las endivias del super...)
Patas y antenas: Pelos de una escoba (sí, de las de barrer de toda la vida)
Ojos: Dos trozos de nilon quemado.
Hilo de montaje :Danville verde oscuro.

El secreto está en anudar el cuerpo sólo en la base, en el medio del anzuelo y en la cabeza. Las patillas por debajo, y los ojos pre-perforando con un alfiler el porespán y clavándolos en el agujeriillo. Pelín de cianocrilato para asegurar.



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